La muerte de Nahuel Salvatierra volvió a poner en la mira el accionar de la Policía de Salta. El joven perdió la vida tras recibir un disparo del arma reglamentaria de un efectivo, en un aparente caso de “gatillo fácil”. Por esto, dos uniformados fueron detenidos e imputados, pero desde las cúpulas del Ministerio de Seguridad y de la fuerza de seguridad prefirieron llamarse al silencio.
En la madrugada de ayer, el joven de 17 años moría en el barrio Solidaridad, producto del disparo que recibió en la cabeza. Durante toda la mañana, vecinos y testigos señalaban a la policía como responsable de esta muerte. Y, a la madrugada, dos efectivos eran detenidos y acusados de asesinar a Nahuel.
Mientras, el ministro de Seguridad, Carlos Oliver, continuaba sin responder los mensajes y llamados de este medio.
Desde la Policía, atinaron a decir por medio del área de prensa que el comisario general Ángel Mauricio Silvestre daría declaraciones luego de que la Justicia actúe. Pero, pese a la actuación del Poder Judicial que ordenó arrestar a los uniformados, tampoco hubo respuestas.
Quien sí habló con la prensa como vocero de la Policía sobre lo ocurrido en Barrio Solidaridad fue el jefe del área de prensa de la Policía, el comisario Miguel Ángel Velárdez.
"(Juan Carlos) Cardozo fue imputado por homicidio calificado por alevosía y por ser cometido por un funcionario policial y (Emilio Gastón) Aguilera Alanís como coautor, entendemos que ambos son responsables”, señalaba el fiscal a cargo Rodrigo González Miralpeix, tras la detención de los efectivos.
En tanto, en Solidaridad los vecinos siguen conmocionados, reclamando justicia por la muerte de un joven que creció y vivió en el barrio de la zona sudeste de la ciudad.