Diego Lagomarsino pidió que la Justicia declare la nulidad de la pericia de Gendarmería Nacional, que determinó que al ex fiscal de la UFI-AMIA, Alberto Nisman, lo asesinaron a sangre fría.
Los abogados del experto informático que facilitó la pistola que le quitó la vida a Nisman cuestionaron, principalmente, la supuesta detección de restos de ketamina en el cadáver, porque pasaron más de dos años y no hay certificación de cuándo y cómo se la inyectó. También mostraron sus dudas sobre el horario exacto del deceso del fiscal. El pedido fue presentado por el abogado defensor Gabriel Palmeiro al fiscal federal Eduardo Taiano, informó Infobae.
Para la defensa de Lagomarsino, los estudios toxicológicos no pueden haber encontrado rastros de ketamina dado que los restos cadavéricos no están conservados a 20 grados bajo cero dentro de la morgue judicial y, además, se encuentran almacenados en un envase de plástico.
A la vez, cuestionó la coordenada temporal que la Junta Interdisciplinaria da como hora de la muerte -3 de la madrugada- y defendió su hipótesis de que el fiscal de la Nación se suicidó disparándose en la cabeza a la mañana del 18 de enero, entre las 8 y el mediodía, por los datos que surgieron de la temperatura y rigidez corporal.
Lagomarsino busca la nulidad del peritaje porque fue la persona más afectada por esas conclusiones. El informe de más de 200 páginas describe los golpes que recibió el fiscal federal antes de morir, cómo fue debilitado por la ingestión obligada de ketamina, la manera de ingreso de la bala asesina que descarta el suicidio y propone una nueva ventana de tiempo del homicidio.