El reconocimiento visual del cuerpo encontrado el jueves al costado de la ruta 9 para confirmar de esa manera que se trata de Paola Álvarez no fue posible debido al estado de descomposición que presentaba. Sin embargo, pese a dicho inconveniente, el fiscal aseguró que prácticamente no existen posibilidades de que no sea ella.
“El cuerpo está en avanzado estado de descomposición, no está disponible para su reconocimiento fisonómico a simple vista pero tiene características de altura, peso y las prendas de vestir que llevaba Paola cuando desapreció”, aseveró el fiscal Ramiro Ramos Ossorio en Radio 10.
Respecto a la ropa, agregó que es la misma que la víctima viste en una foto tomada el día de su desaparición por el imputado Santiago Zambrani y se trata de una calza, zapatillas y un suéter color verde agua.
El cuerpo fue encontrado el jueves a la mañana y llegó a la morgue del CIF a las 17. Se realizó la autopsia y se tomaron las muestras que serán analizadas durante los próximos días.
El fiscal dijo que tan solo resta una confirmación científica y que no tardaría en llegar ya que con anterioridad se le había pedido a la madre de Paola muestras de ADN indubitado, por lo que se va a poder acelerar el proceso de cotejo para confirmar la identidad.
Se pensó que el cuerpo podía ser reconocido por la madre pero fue imposible ya que se encontraba en mal estado luego de pasar 104 días a la intemperie, por lo que se solicitó una serie de análisis complementarios.
“Seria demasiada casualidad que justo aparezca otro cuerpo de una mujer, con esa ropa y con esas características físicas”, sostuvo el fiscal.
Otro aspecto a determinar es la causa de la muerte pero para ello habrá que esperar la información preliminar de la autopsia que estará el martes o miércoles.
“El estado de descomposición del cuerpo coincide con los más de 100 días que pasaron desde que estuvo desaparecida, pero habrá confirmación científica más tarde”, indicó el fiscal.
No fue un hallazgo casual
Desde que comenzaron a investigar el caso, Ramos Ossorio y su equipo imaginaron que el desenlace iba a ser el peor: “por las características del hecho imaginamos que se trataba de un homicidio porque Paola no se iba a fugar de su casa”, declaró.
Por ello comenzaron a seguir los movimientos del principal sospechoso, como ver con qué personas se juntaba y los lugares dónde se podía haber desplazado. “Antes hicimos rastrillajes en lugares posibles y típicos pero como dieron resultados negativos hicimos inteligencia”, reveló el fiscal.
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Así observaron que, como era remisero, conocía varios lugares y hasta se detuvieron en las fotos que Santiago Zambrani subía a Facebook para determinar cuáles lugares frecuentaba. Con eso relevado, se diagramó una zona de búsqueda de 38 kilómetros entre Jujuy y Salta, debido a que calcularon el espacio por el que pudo haberse movido en el rango horario en el que no estuvo en ciudad, que fue menor de una hora, según investigaron.
Además tomaron en cuenta un factor determinante: “entendimos que el lugar adecuado era la zona de cornisa porque eso le permitía deshacerse del cuerpo sin enterrarlo, cosa que no podía hacer porque estaba mal de una pierna y no podía hacer esfuerzo”, contó Ramos Ossorio.
Con esas pistas, la Fiscalía decidió convocar al Grupo de Búsqueda y Rescate de Personas ya que son especialistas en trabajo de altura con arneses y el cuerpo estaba en un barranco al cual no se podía acceder de otra manera. “Les marcamos en qué puntos bajar según nuestras hipótesis, distribuimos seis puntos fijos y en el tercero encontramos el cuerpo”, detalló el fiscal.
Ramos Ossorio insistió en que el hallazgo no fue casual: “nosotros fuimos a buscar a Paola Álvarez, no a un cuerpo cualquiera, llegamos al lugar luego de tareas de investigación, no al azar”, dando por sentado así, que se trata de ella.