Después de una semana de mantener cortada la Ruta Nacional 50 los bagayeros que trabajan en la frontera con Bolivia decidieron levantar el reclamo. Los manifestantes dejaron la ruta con la ilusión de obtener una respuesta positiva por parte del Gobierno Nacional en las reuniones que hoy mantendrán diferentes funcionarios con los intendentes de Orán, Marcelo Lara Gros; Aguas Blancas, Sergio Oliva; y el obispo de la arquidiócesis, Gustavo Zanchetta.

Antes de viajar a Buenos Aires, el sacerdote redactó a una carta para pedirles paciencia a sus fieles y acompañamiento en la oración para que se arribe a una “solución duradera y justa para todos”, pero sobre todo “para Dios ilumine a quienes hoy tienen la máxima responsabilidad de conducir los destinos de la nación”.

Bagayeros levantaron el corte que bloqueaba el acceso a Orán

“Estamos plenamente de acuerdo que para la construcción de la sociedad es menester regirnos todos en el marco del estado de derecho. Pero no podemos pretender que los cambios – necesarios por cierto – se realicen de un día para el otro y hagan pagar el costo de las transformaciones a los más pobres y débiles de nuestro entramado social”.

El documento presentado por Obispado de la Nueva Orán hace referencia también a la postergación que arrastra desde hace años la región norte de Salta lo cual sentó las bases para la instalación “de una forma de comercio irregular, que carece de un marco legal que la sustente, organice y legitime frente a todo el entramado social de nuestra zona de frontera”.

“Por eso estoy convencido de que las medidas que se adopten en función de querer – con la mejor de las intenciones – normalizar o regularizar el trabajo, como es el caso que ahora nos afecta, deben tener en cuenta las consecuencias y los costos sociales, en lugar de considerar sólo las ventajas políticas”, enfatizó.

Conflicto con bagayeros: los intendentes de Orán y Aguas Blancas se reunirán con Jorge Triaca

“Acompañemos con nuestra oración y solidaridad la difícil situación social por la que atraviesa la región, y muy particularmente la de tantos hermanos y hermanas que no pueden realizar sus habituales labores con las que diariamente llevan el pan a la mesa familiar”, reza el texto que lleva la firma del sacerdote.