Cada una de las cuadras que se pavimentó hace dos meses en la avenida San Martín costó alrededor de $230.000. En total fueron siete, desde Yrigoyen a Pellegrini. La reparación de la avenida más transitada del centro salteño se hizo en tiempo récord, tardó solo dos noches. Pero lo que también llegó en tiempo récord fue el inicio de su deterioro.

“El tiempo promedio de repavimentación de cada cuadra fue de apenas 2 horas”, explicaba a fines de junio la Municipalidad. La obra costó en total más de $1.600.000, pero a menos de cinco meses de concluida, la nueva calzada de la San Martín ya empezó a mostrar sus fallas.

El concreto asfáltico se desplazó hacia los costados en varios tramos y tapó los desagües que desembocan en el cordón cuneta de varios edificios. Durante las dos primeras tormentas –en lo que va del año- ya se inundaron varios locales comerciales.

También se agrietó el asfalto. Los miles de vehículos –motos, autos, camiones y varias líneas de colectivos- que transitan a diario por la avenida se ven obligados a maniobrar en varios sectores para evitar los pozos.

Viviana Alemán, comerciante de un local gastronómico, relató a LA GACETA que la situación –cada vez que llueve- “es muy grave”. Al haberse desplazado el asfalto contra el cordón, el agua no fluye hacia los desagües y se queda todo estancado: “el agua no tiene por dónde escurrirse y la basura empieza a flotar. Se desplazó el pavimento hacia la vereda, ya no existe el cordón. La calle y la vereda ya es todo una sola cosa. En las últimas dos lluvias se inundó todo en dos minutos.”.

Además, la comerciante se quejó porque llamó a Obras Públicas pública de la Municipalidad para advertir la situación y no fue atendida: “no logro comunicarme, me derivan y estoy dos horas esperando”.

¿Una década asfaltada?

LA GACETA dialogó con el Secretario de Obras Públicas de la Municipalidad, Jorge García, quien explicó que la obra que se realizó sobre la avenida San Martín debería tener una década de vida útil: “la repavimentación debería durar 10 años”, precisó, aunque aclaró que durante ese lapso –a veces- se realizan “reparaciones puntuales”.

El funcionario municipal explicó que la obra de la San Martín –y la mayoría de las repavimentaciones en curso- se realizan con concreto asfáltico, y no con hormigón, puesto que esa técnica insume mucha más inversión y tiempo de trabajo: “en el caso de la San Martín sería un caos tenerla cortada o semicortada durante todo ese tiempo”.

Por último, García comentó que ya hubo problemas con la repavimentación de la avenida Sarmiento, donde por filtraciones en la capa asfáltica se rompió la calzada y debieron trabajar durante un par de días para repararla. De todos modos, explicó, “cualquier reparación es más económica y rápida”.