Por séptima vez desde que comenzó la cuarentena, Pedro Aznar actuará en vivo por streaming. La propuesta de esta noche, desde las 21.30 y en sus redes sociales, tiene como característica que será con un repertorio “a la carta” y con cobro de entrada. Lo recaudado a través de www.tickethoy.com se repartirá entre su staff y la Fundación Sí.

“Se amplió la potencia que el trabajo del pensamiento y del arte tienen como herramienta de comunicación. Además se creó otro fenómeno que es el silencio después de cada intervención artística. La presencia de la gente es contundente e innegable, pero yo no lo puedo ver ni escuchar y recién puedo leer los mensajes preciosos una vez que terminó todo y se crea una cuestión muy especial. He recibido 30.000 mensajes después de cada concierto y es un momento de comunión muy hermoso y un modo de devolución que tiene que ver con la generosidad de las personas que me escuchan”, destacó el músico de 60 años en una entrevista con la agencia Télam.

Aznar resaltó que hay 15 personas que colaboran constantemente con sus proyectos y dependen de su trabajo. La suspensión de los shows presenciales está afectando directamente a los artistas y a sus equipos, que carecen de otros ingresos. “Me interesa pensar las causas de esta situación y las consecuencias negativas tanto como positivas. Es un momento trágico pero que invita fuertemente a la reflexión. Es una gran oportunidad para que repensemos muchas cosas a nivel político, económico, social y cultural; y una extraordinaria oportunidad de cambio en un momento en el que el mundo lo necesita de manera urgente”, alerta.

“Estamos ante una crisis ecológica sin precedentes que necesitamos imperiosamente resolver ya que tenemos solamente 10 años para dar vuelta el desastre del cambio climático, y debemos hacerlo en un mundo en el que cada vez menos personas tienen mayores recursos y cada vez más personas están en la miseria”, agrega.

A sus shows suma la lectura de poemas propios, pero niega que sea una innovación. Recuerda que ya tiene dos libros de poesía editados y que está preparando el tercero. “Es un modo de expresión que ha estado siempre presente en mí -destaca Aznar-. La canción suele beneficiarse de ciertas repeticiones, de cierto uso de la rima y de ciertas periodicidades de la rima, un verso libre es más difícil de llevar a la canción”.

De sus orígenes en el rock y el jazz, Aznar amplió su paleta sonora hacia otros géneros y pronto llegó el folclore (reivindica el respaldo que le dieron Leda Valladares y Suna Rocha y la incidencia de Mercedes Sosa para derribar barreras y prejuicios) y, actualmente, el tango, aunque aclara que no es nuevo: “en mi sonoridad siempre estuvo presente, aunque no era tan consciente de la ‘tanguitud’ de lo que hacía hasta que esa ficha cayó”.

“Durante mucho tiempo al tango le tenía un respeto que me inmovilizaba de alguna manera. Siempre sentí que tiene un sabor tan particular, es como un modo de vida y me daba un poco de resquemor meterme y no pisar con la pisada justa. En 1994 tuve una charla muy linda con Adriana Varela que me sacó todas las dudas con una frase: ‘dejate de joder. Es tu derecho de nacimiento’”, evoca.

Ese camino derivó en “Utopía”, el disco que lanzó junto a Ramiro Gallo, que tendrá una segunda parte en el futuro cercano. “Venimos con un envión creativo tremendo al punto de que ya tenemos ocho tangos más compuestos y con el grupo Tanghetto encaramos un trabajo en el que hay como 12 o 13 tangos que hicimos juntos”, anuncia.