Le atribuyen la afirmación a personajes tan disímiles en el tiempo y los contextos como el filósofo Aristóteles (siglo IV antes de Cristo) o al pensador político Nicolás Maquiavelo (siglo XV de nuestra era). Y también a Otto von Bismarck, el primer ministro prusiano que alumbró la unificación de Alemania hacia 1870, y a Winston Churchill, el primer ministro inglés que se cuenta entre los ganadores de la II Guerra Mundial. “La política es el arte de lo posible” se ha convertido en un “lugar común”, que no por ello pierde vigencia.
La cuestión se ha visto confirmada en la Argentina durante este año electoral (la unidad del peronismo; la decisión de Cristina Kirchner de bajar un escalón y postular a Alberto Fernández; el resultado de las PASO, el repunte de Mauricio Macri el domingo...). Y la política es el arte de lo posible, también, después de los comicios.
Ayer, luego del desayuno entre el presidente saliente y el presidente electo, uno y otro designaron como principales interlocutores al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, por el lado del Gobierno, y a Santiago Cafiero, por el Frente de Todos. Ambos, encargados del diálogo institucional más trascendente de finales de esta década, son los nietos de dos de los dirigentes más enfrentados de la segunda mitad del siglo XX: Rogelio Frigerio (abuelo) y Antonio Cafiero.
Marcelo Batiz, de la agencia Nuevas Palabras, repasó esa larga enemistad en el artículo “Frigerio y Cafiero, de abuelos enemistados a nietos negociadores”. En 1961, Antonio Cafiero lanza el libro “Cinco años después” y coloca las políticas de Pedro Eugenio Aramburu (uno de los golpistas que derrocó a Juan Domingo Perón en 1955) y de Arturo Frondizi (1958-1962) bajo un mismo rótulo: “De la economía social justicialista al régimen liberal capitalista”. Frigerio fue un asesor presidencial en las sombras durante el frondizismo.
El desarrollista contestó con otro libro: “Estatuto del subdesarrollo”, que si bien no menciona a Cafiero en su primera edición, le dedicará un capítulo en las reediciones.
Pero no sólo se pelearon en los libros. Cuando Cafiero asumió como ministro de Economía de María Estela Martínez, viuda de Perón, a mediados de los 70, el MID formalizó su ruptura con el Frejuli (Frente Justicialista de Liberación). Luego, con la vuelta de la Democracia en 1985, el peronismo se dividió entre “renovadores”, con Cafiero, gobernador de Buenos Aires, a la cabeza; e “históricos”, con Herminio Iglesias como referente. Uno de los pocos apoyos que encontró Iglesias fue el MID. Es decir, otra vez, Cafiero vs. Frigerio.
Dos generaciones después, sus nietos negociarán la transición.
Serán colaboradores de Cafiero el diputado Gustavo “Wado” de Pedro; al ex ministro de Justicia Gustavo Béliz (2003-2004) y a la ex senadora Vilma Ibarra (2007-2011).