“Es maravilloso y alivia saber que una mujer sucia, pervertida, enojada y desastrosa puede llegar a los Emmy”, lanzó Phoebe Waller-Bridge cuando recibió su primera estatuilla de los premios Emmy en la noche del domingo -como guionista- en alusión a su personaje de la serie “Fleabag”, una comedia que rompe con los estereotipos y que, hasta ahora, había pasado casi desapercibida para el público masivo. Pero la británica tuvo que subir de nuevo al escenario tantas veces, que la última bromeó: “Esto ya se está volviendo ridículo”.
Cada una de las dos temporadas de “Fleabag” tiene seis episodios breves (pueden verse por Prime Video) y la tira fue elogiada por la crítica en virtud del desenfado, la sinceridad arrasante y el cinismo que exhibe el personaje. La historia abunda en ironías y situaciones incómodas, con la protagonista mirando directo a cámara y rompiendo la “cuarta pared” en complicidad con el público.
Waller-Bridge -hasta ahora más reconocida como guionista que como actriz- se convirtió en la gran sorpresa de los Emmy al conseguir varios premios por “Fleabag” y además otro por “Killing Eve”, serie que también creó.
La ceremonia también hizo las veces de una rutilante despedida para “Juego de tronos”. Su estrella principal, Peter Dinklage, premiado por cuarta vez como actor de reparto, no pudo contener las lágrimas. “Me considero tan afortunado al ser miembro de una comunidad que es tolerante y diversa, porque en ningún otro lugar podría estar sobre un escenario como lo estoy aquí”, dijo, e referencia a su enanismo.
El tema de la diversidad fue, precisamente, uno de los tópicos predominantes de la noche. Por ejemplo, Billy Porter, el protagonista de “Pose”, se convirtió en el primer hombre negro gay en ganar el Emmy como actor dramático. “Tengo el derecho de estar aquí, ustedes, todos tenemos el derecho de estar aquí”, proclamó.
Por su parte, la revalorizada Patricia Arquette -premiada por la miniserie “The Act”- celebró que a sus 50 años está obteniendo los mejores papeles de su carrera. Hace poco recibió tres galardones por “Escape at Dannemora”. Al agradecer el Emmy, se lo dedicó a la memoria de su hermana Alexis, actriz transgénero que falleció en 2016, a los 47 años. “Estoy de luto cada día de mi vida, y lo estaré hasta que cambiemos el mundo para que la gente trans no sea perseguida -dijo-. Y denles trabajo. Son seres humanos. Vamos a deshacernos de este prejuicio que tenemos en todas partes”. Michelle Williams, premiada por “Fosse/Verdon”, expresó que lo veía como “un reconocimiento de lo que es posible cuando se confía en que una mujer puede discernir sus propias necesidades, se siente segura para expresarlas y suficientemente respetada para que la escuchen”. “Gracias por pagarme igualitariamente”, les dijo a los productores.