RIO DE JANEIRO, Brasil.- La delación premiada, principal instrumento de la Operación Lava Jato, quedó bajo sospecha luego de que una contrabandista de divisas, la primera condenada en el caso, revelara que todos los detenidos en el escándalo sufrían presiones para aceptar ser liberados a cambio de involucrar al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva en asuntos ilegales.
Se trata de Nelma Kodama, quien otorgó munición a los críticos de la Operación Lava Jato, que se encuentra cuestionadaluego de las filtraciones de mensajes entre fiscales y el ex juez Sérgio Moro, ahora ministro de Justicia, para manipular investigaciones en busca de condenas.
“Lula era el tema. No soy de ningún partido, no hablo de política, sí de delitos. Había este tipo de conversación entre quienes querían salir de la prisión”, dijo Kodama sobre las negociaciones de delaciones premiadas llevadas a cabo por la fiscalía de Curitiba, centro de la Operación Lava Jato desde 2014, a “Radio Bandeirantes”. La delación premiada fue aprobada en 2013, por iniciativa de la presidenta Dilma Rousseff, al calor de protestas opositoras.
Kodama, considerada la mayor contrabandista de divisas de Brasil, es la ex mujer de Alberto Youssef, el cambista ilegal que delató que lavaba dinero de Paulo Costa, un ex director de la petrolera Petrobras que respondía al Partido Progresista, que apoyaba al gobierno de Lula. A ese partido perteneció hasta 2017 el presidente, Jair Bolsonaro.
“Cuando uno está preso hace cualquier cosa para salir. La presión es muy grande, entonces mentís en tu confesión”, contó.
La mujer fue detenida llevando 200.000 euros en la bombacha en el aeropuerto de Guarulhos en 2014, cuando intentaba escapar de las investigaciones.
Fue condenada a 18 años de prisión, aunque recuperó la libertad el lunes, luego de cumplir un período con tobillera electrónica. Kodama fue indultada en la Navidad de 2017 por el entonces presidente Michel Temer.
“Todo delito necesita tener prueba y no hubo prueba”, dijo al ser preguntada sobre el caso de Lula. El ex mandatario está condenado a ocho años y diez meses por el ex juez Moro, hoy ministro de Justicia, al ser encontrado culpable de recibir un apartamento en la ciudad de Guarujá, del que nunca se pudo probar la propiedad. El PT considera a Lula un preso político.
La declaración de Kodama agrega más elementos al escándalo sobre ilegalidades de Moro como juez y los fiscales de Lava Jato para acusar a Lula, revelados por “The Intercept Brasil”, el portal que accedió a conversaciones del chat de Telegram de los investigadores.
El miércoles, el Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF) asestó otro revés a Moro, al prohibirle que responsabilice al periodista Glenn Greenwald por la divulgación de las filtraciones de los mensajes de Lava Jato obtenidas “The Intercept Brasil”.
El juez Gilmar Mendes dictó una cautelar que determina que los órganos públicos no pueden investigar a Greenwald, ya que al estadounidense residente en Brasil lo protege el secreto constitucional de la fuente periodística. El mismo día, el STF canceló el traslado de Lula a una cárcel común desde su lugar de detención desde hace 16 meses, la sede de la policía Federal en Curitiba, reclamada por la Policía Federal, fuerza a cargo del ministro Moro. (Télam)