A partir de las 17:45 se realizará la ceremonia de entronización de las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro en la Catedral Basílica de Salta.
Este rito marca el inicio del tiempo del Milagro para los católicos salteños y desde el miércoles comenzará la peregrinación de las diferentes instituciones que visitarán a los patronos tutelares de Salta hasta el 3 de setiembre.
La ceremonia será transmitida a través de Facebook Live desde la cuenta oficial de la Catedral de Salta y se narrará la historia del Milagro en español, italiano, francés e inglés. El rito de entronización de las sagradas imágenes estará presidido por el Arzobispo de Salta, Monseñor Mario Cargnello.
Luego del canto inicial y del ingreso del Obispo y los sacerdotes se agradece a través de una oración a la Virgen María.
En ese momento ingresa desde el camarín para ser entronizada la imagen de la Virgen del Milagro mientras se canta “Doce Estrellas del cielo de María”.
Doce estrellas del cielo de María. Dios te salve, Madre Reina de los Cielos, esperanza nuestra, refugio y consuelo. Virgen del Milagro gloria de este pueblo, en quien siempre halla todo su remedio. Si son nuestras culpas, muchas en extremo, tus misericordias son más con exceso. Ya el castigo estaba sobre nuestros yerros, más lo detuvieron tus piadosos ruegos. Al pie del sagrario allí intercediendo, el perdón pediste de nuestros excesos. Mudando colores tu semblante bello a entender nos dio tu pena y consuelo. Empeñada estabas, y echaste Tú el resto, para que el castigo no tuviese efecto. "Perdona decías, mi Dios, a este pueblo; si no la corona de Reina aquí os dejo". "Yo por fiadora salgo en este empeño, y a mi cuenta corre no más ofenderos". Confundirte quiso el dragón soberbio, pero con tu planta le quebraste el cuello. Haz, Madre y Señora, que todos logremos el fruto, después de este destierro. En esta novena que humildes hacernos nuestra petición por tu amor logremos.
Posteriormente se reza la Oración a la Virgen del Milagro:
“Oración a la Virgen del Milagro”. Inmaculada Madre de Jesús y de nuestras almas, hoy tu pueblo de Salta acude amoroso y lleno de confianza, a buscarte en este hermoso Templo, donde tienes tu morada. Venimos, querida Madre a tomarte en nuestros brazos, para colocarte en el trono que hemos formado para Ti, desde donde podrás contemplar con ojos benignos tu grande y escogida familia salteña, durante los muchos días que te acompañaremos sin cesar. Venimos a recordar tu amor poderoso cuando, en los terribles terremotos de 1692, bajaste al pie del altar para suplicar misericordia; cuando cambiabas de colores en tu amable rostro, en señal de dolor y de esperanza; cuando saliste en la procesión de penitencia al lado de tu Hijo, el Santo Cristo del Milagro, y todo ello para salvar a este pueblo de su ruina, y hacerlo feliz en el servicio de Dios. Todas las bendiciones y gracias portentosas que diariamente nos concedes, están presentes en nuestros corazones agradecidos, y venimos justamente a suplicarte no cese tu mano de bendecirnos siempre, y tu corazón de amarnos como a hijos predilectos. Trabajaremos y lucharemos por tu gloria y la de Dios, santificándonos cada día, para llegar, al fin a la eterna morada de la felicidad del cielo. AMEN.
Después de este momento viene el rezo del Santo Rosario y luego la salida del camarín de la imagen del Señor del Milagro mientras se canta su Himno.
¡Señor del Milagro, Cristo Redentor, del pueblo de Salta no apartes tu amor!. Tras largo camino que amparó el milagro, por mares y montes, llegaste a este suelo, con tu amor buscando el amor de un pueblo. Más torpes las almas no correspondieron la dulce demanda y en olvido ingrato dejaron tu imagen por un siglo entero. El duro reclamo llegó justiciero: sacudir conciencias sacudiendo el suelo; y hubo terremotos, y aflicción, y duelo... Y al Fin comprendiendo tu llamado extremo a tus pies llevaron su arrepentimiento: llanto y penitencia, contrición y ruegos. Fue entonces que quiso la Virgen María, que de pecadores es Madre y consuelo, de Dios ante el trono presentar su ruego. Y ante el valimiento de la intercesora, tu misericordia se mostró al momento: suspendió el castigo y aplacó el siniestro. Abierta en las almas claridad de cielo, van pasando siglos, y crece con ellos la fe con que amante te adora este pueblo. Que es segura dicha de su amor el premio porque desde entonces por siempre sabemos ¡de que somas tuyos, de que Tú eres nuestro!.
Después se realiza una oración y se leen los cinco recuerdos que rememoran los acontecimiento que dieron origen a la celebración del Milagro en Salta.
Finalmente el Obispo dirige una oración al Señor del Milagro y comienza la celebración eucarística con que termina el rito de Entronización.