La causa judicial contra la viuda y el hijo de Pablo Escobar Gaviria a cargo del fiscal Sebastián Basso y la PROCUNAR sumó un elemento inesperado. Desde Estados Unidos, un narco declaró como arrepentido y aseguró que ambos conocían la vinculación del empresario ganadero José Bayron Piedrahita Ceballos con el narcotráfico y pese a ello hicieron negocios juntos en Argentina.
María Isabel Santos Caballero y su hijo Sebastián Marroquín están procesados y cerca del juicio oral. El juez federal de Morón Néstor Barral lo procesó, hace un año, por haber actuado como intermediarios en inversiones inmobiliarias entre el colombiano Piedrahita Ceballos, detenido en Colombia, y el empresario argentino Mateo Corvo Dolcet, que estuvo preso y ahora se encuentra excarcelado con una tobillera electrónica.
Cuando pidieron los procesamientos, la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), a cargo de Diego Iglesias, y el fiscal Basso sostuvieron que la viuda de Pablo Escobar actuó como intermediaria entre Piedrahita y Corvo Dolcet, indicó Infobae.
Según los aportes del arrepentido, Mauricio “Chicho” Serna era un testaferro del ex jefe de la Oficina de Envigado conocido como "Rogelio": la Oficina es una poderosa organización de traficantes. "Desde la Oficina de Envigado – declaró- se manejaban todo lo que eran cuentas del cobro del narcotráfico y también del narcotráfico. Eso fue una oficina que creó Pablo en su época y luego siguió", aseguró el narco en documentos de la causa.