En el inconsciente colectivo de la política salteña moderna hay un apellido recurrente: Romero. En un escenario repleto de dudas y escaso de definiciones, estas seis letras parecen recobrar una fuerza que parecía perdida.
Desde hace semanas, el senador nacional y exgobernador de la provincia inició una serie de reuniones para "escuchar" la situación de distintos sectores productivos. Algunos allegados aseguraron que en esos encuentros él también escuchó "pedidos" para volver a presentarse.
Juan Carlos Romero dejó la gobernación de Salta hace 12 años y, a entender de sus allegados, el respaldo recibido en las reuniones le hicieron despertar sus motivaciones.
"Él vive pensando en Salta y en cómo solucionar las problemáticas que afligen. Nunca puede alejar su cabeza de aquí", dijo una fuente cercana al dirigente a LA GACETA.
La última vez que compitió por el máximo cargo ejecutivo de la provincia fue en 2015 cuando obtuvo más del 30% de los votos junto a Alfredo Olmedo
Para el senador, este 2019 resulta clave. En diciembre culminará su mandato en el Congreso Nacional y eso también lo obliga salir a jugar y no ser un mero espectador de la próxima contienda electoral. El otro camino sería la jubilación de una carrera que lo vinculó a la política, prácticamente, desde la restitución democrática, junto a su padre. Pero esta última oportunidad no estaría en los planes del exgobernador.
A las reuniones con empresarios y productores se sumaron algunos mitines con dirigentes afines y de otros partidos.
El último miércoles se realizó un almuerzo que no pasó desapercibido. En una finca de Cafayate, Romero recibió a legisladores, intendentes del Valle Calchaquí y un invitado sorpresa: Fernando Yarade.
Yarade y Romero se conocen, y mucho. Durante la gestión romerista, el “Flaco”, como se conoce al funcionario provincial, cumplió diferentes funciones en la administración pública. Interventor del Banco de Préstamos y Asistencia Social de la Provincia de Salta; secretario de Finanzas; secretario de Ingresos Públicos y ministro de Hacienda y Obras Públicas fueron algunos de los cargos que ocupó desde entre 1996 y 2005.
Ni el sazón de las empanadas, ni los exquisitos cortes de asado lograron que la presencia del Jefe de Gabinete de Juan Manuel Urtubey pasara inadvertida. "Se habló de la necesidad de trabajar todos juntos por Salta, de aunar esfuerzos", expresó uno de los presentes a LA GACETA y remarcó la necesidad de que una persona "que sepa sacar adelante a la provincia" se presente por la gobernacion.
El futuro de Romero aún es incierto, al igual que el de gran parte de la dirigencia local. Y aunque muchos sostienen que el senador buscará retener su escaño legislativo, otros afirman que no es descabellado pensar en una nueva aventura por la gobernación.
La última vez que compitió por el máximo cargo ejecutivo de la provincia fue en 2015 cuando obtuvo más del 30% de los votos junto a Alfredo Olmedo. Sin embargo, esa cifra no le alcanzó para derrotar a Urtubey.
¿Candidato de quién?
Otra incógnita sobre el futuro político de Juan Carlos Romero es saber por cual espacio político se presentará.
La respuesta casi obvia sería dentro Cambiemos, si se tiene en cuenta sus últimas actuaciones y respaldos a dirigentes de este espacio, como el caso de Gustavo Sáenz. Pero, el reciente acercamiento al actual gobernador de la provincia, su apoyo a la candidatura presidencial y la presencia de Yarade en el almuerzo en los valles tampoco descartarían un posible arribo a Alternativa Federal.
Ante cualquiera de las dos hipótesis, una nueva candidatura del hombre que gobernó Salta durante más de una década implosionaria en el ámbito local, obligando a que ciertos candidatos declinen sus aspiraciones con el objetivo de apoyar a la persona que hace doce abandonó la gobernación, pero nunca el poder.