El Partido Obrero de Salta atraviesa horas difíciles y desconocidas para muchos de sus militantes. Arturo Borelli, uno de sus referentes en la Cámara de Diputados, renunció al partido y conformó un monobloque en el recinto.
“Hoy me toca reconocer públicamente la necesidad de dar un paso al costado de la organización de la que fui parte, y a la cual aporté lo máximo posible en estos últimos 13 años”, expresó el legislador en un comunicado.
Además de plantear diferencias sobre temas con sus ahora excompañeros de militancia, Borelli sostuvo que “la posición de parlamentario no puede ser un lujo ni un trampolín para el ascenso social”.
“Quienes me conocen saben cómo soy y cómo vivo. Los parlamentarios deberían ganar un sueldo acorde a su función, sin igualar para abajo ni superar el salario de un trabajador calificado. Mientras eso no esté establecido por ley, donaré el porcentaje restante a organizaciones sin fines de lucro y a aquellos sectores que estén en pie de lucha, hasta finalizar mi mandato. Luego de lo cual retomaré mis tareas profesionales sin abandonar mi militancia”, sostuvo.
Con esa última frase el diputado da por hecho que no dejará la banca que ocupa desde el 2015 y que ahora le reclama la fuerza política de izquierda. Incluso, en las últimas horas, el legislador anunció la conformación del monobloque ‘Planificamos Salta’.
Desde el PO aseguraron que Borelli renunció al “socialismo” y el proyecto político por el cual resultó electo con su salida del partido y que por eso debe dejar el escaño legislativo.
“Su pretensión de seguir en la banca es un caso de usurpación”, manifestó sin titubeos Claudio Del Plá, el otro representante obrero en la Legislatura.