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Después de un día de campamento, el Dakar se despidió y prometió volver a Salta

Los fanáticos madrugaron para ver a los competidores salir del Centro de Convenciones. Te contamos que puede pasar en 2016.
15 Ene 2015
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El paso del Dakar por nuestra provincia difícilmente sea olvidado. Es que la edición 2015 presentó varios condimentos que hicieron de la etapa Calama y Salta, un día recordado para pilotos, mecánicos, periodistas y fanáticos.

Las cuatro categorías ingresaron a nuestro suelo desde Salinas Grandes. Rápidamente autos y camiones desviaron su ruta para llegar al vivac en el Centro de Convenciones, mientras que motos y cuatricíclos hicieron lo mismo para arribar al campamento en Cachi.

A las 15, una verdadera tormenta sacudió la capital. El Centro de Convenciones, al igual que las arterias de circulación más cercanas, estaba inundado.

La lluvia estuvo acompañada por fuertes ráfagas de viento, rayos y truenos. Parecía que el cielo plomizo se caía encima. Y la competencia no fue ajena a esta condición. La organización del Dakar tuvo que reevaluar condiciones de seguridad porque se volaron varias carpas a pesar de estar incrustadas en la tierra.

Al borde de la avenida Banchick (rumbo al Aeropuerto Internacional), las vallas de contención para los fanáticos estaban solas, no había público porque la intensa lluvia no daba tregua.

El comienzo de la fiesta

Repentinamente la lluvia paró y se hizo cómplice de la llegada de los primeros corredores al vivac. El público, en cuestión de minutos, colmó el camino y los policías lidiaban para contenerlos porque el rugir de los motores y las aceleradas en vacío de los pilotos despertaba la fiebre de los salteños y turistas por el Dakar.

Cientos de familias se abalanzaban sobre el cordón de ingreso al campamento para sacarse una selfie con los autos de competición como fondo del retrato.

Adentro del predio, mecánicos y pilotos trabajaban sobre los autos para dejarlos en condiciones para la etapa de hoy Salta y Santiago del Estero.

El público acompañó desde afuera con gorras, banderas y remeras del Dakar, extasiados por la pasión y la adrenalina.

El campamento en Limache fue una verdadera fiesta que la lluvia no pudo apagar.

Las etapas

Calama y Salta dejó huellas. El argentino de 19 años, Lucas González Ferrioli, se afianzó en su cuatri y terminó segundo. Gran desempeño para el joven cordobés que corre su segundo Dakar consecutivo. A tenerlo en cuenta porque tiene pasta de campeón.

Otro destacado fue Orlando Terranova que culminó segundo en la décima etapa. En diálogo con LA GACETA, el piloto mendocino tuvo palabras de reconocimiento para el público. "Fue un lindo recibimiento", dijo.

Al que no le fue tan bien fue al chileno Ignacio Casale que a bordo se su Yamaha sufrió un accidente y debió despedirse de la competencia que lo tenía como gran animador, a tres días del final.

Hoy los pilotos abandonaron el vivac. Desde temprano, miles de familias se agolparon en la puerta del predio y despidieron a los pilotos con gritos, aplausos y celulares en mano para grabar el momento y guardar el recuerdo.

Los salteños deberemos esperar un año para seguir disfrutando del paso del Dakar.


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