Poco más de 80 encuentros precedieron la cumbre de líderes del G20 que comienza hoy. En esas reuniones de trabajo preparatorias, una quincena de cooperativas de trabajo y de empresas sociales dejaron su huella como proveedoras.
Según la información oficial, en la primera reunión de sherpas, los representantes de los mandatarios recibieron como obsequio un chal de alpaca realizado por Animaná, una empresa social que trabaja con mujeres tejedoras de Catamarca.
Paralelamente, entre los útiles de trabajo que recibieron, a los delegados de cada grupo se les entregó un cuaderno realizado por el Movimiento Darte y Cooperativa La Juanita. Se trata de una solidaridad espejada: por cada anotador que venden, estas organizaciones le regalan otro a un niño pobre. Se consigna, además, que la empresa Zafrán, en la cual trabajan niños con síndrome de Down, preparó barras de cereal para los desayunos. La Rañatela, un taller protegido que emplea a 50 personas con discapacidad en Mendoza, desarrolló 3.800 ecobolsas para la Cumbre.
De los chocolates para agasajar a los referentes de finanzas y de los bancos centrales se encargó Albricias, un emprendimiento solidario que mantiene al Hogar San José, donde son contenidos con alimentos y educación unos 250 niños y jóvenes pobres del partido bonaerense de José C. Paz. Finalmente, los presidentes y los jefes de gobierno que asistan a la cumbre se llevarán, como regalo, chalinas de alpaca de dos metros de largo por 60 centímetros de ancho, tejidas en telares criollo por las artesanas de la Asociación de Hilanderas y Tejedoras de Vicuña “Belén, Cuna del Poncho”.