Aunque el dólar se estabilice, la Argentina deberá soportar unos meses más de aceleración inflacionaria, llegando a tocar un pico en enero o febrero para luego comenzar a descender de manera gradual. Así lo reveló un informe difundido ayer por la consultora Invecq, que aseguró que solo se podrá saber cuánto del salto cambiario se trasladó a los precios “una vez que hayan pasado algunos meses y las condiciones del mercado sean más estables”.
El trabajo, que desarrolló detalles del llamado “efecto passthrough” (el traspaso de la devaluación a los precios internos), destacó que la fuerte relación entre la variación del tipo de cambio y el índice de precios mayoristas es bien conocida: al estar compuesto este índice por bienes transables, la suba de la relación peso/dólar genera un aumento en el precio de estos bienes casi directo. “Incluso algunos precios, como el del petróleo crudo y gas, muestran una variación del 145% respecto a un año atrás como consecuencia del salto cambiario y el incremento en la cotización en dólares en los mercados internacionales. Otro componente relevante es el precio de la energía eléctrica, insumo central para cualquier proceso productivo: en los últimos 12 meses tuvo un incremento en el mercado mayorista del 85%”, señaló.
Conceptualmente, para que una devaluación de la moneda implique una mejora de la competitividad de una economía es necesario que la suba del tipo de cambio no se traslade en su totalidad a los precios locales. “Si ello ocurriera, entonces la devaluación no tendría ningún efecto real sobre la competitividad ni siquiera en el corto plazo y lo único que traería aparejado es una aceleración de todas las variables nominales de la economía, pero sin ningún efecto útil para corregir distorsiones (por ejemplo, un déficit comercial)”, agregó la consultora.
Los factores
Si bien el Índice de Precios al Consumidor aumenta como consecuencia de los shocks cambiarios, hay otros factores que influyen en la dinámica de los precios al consumidor como puede ser la dinámica salarial, y las condiciones de oferta y demanda relativas en cada mercado particular. Según Invecq, el rol de la política monetaria restrictiva de tasas altas (o de crecimiento de la base cero) es, además de influir en la cotización del dólar, generar las condiciones de liquidez propicias para evitar por el canal del crédito y del ahorro un traslado total de la depreciación cambiaria hacia el conjunto de los precios internos de la economía. “Hasta el momento, la variación anual del tipo de cambio es del 124%, el aumento promedio de los precios mayoristas es del 73,6% y el aumento en la canasta de consumo es del 40,4%. “Estos números lucen muy bien, aunque sería un error hacer un análisis de tan corto plazo. Seguramente, aunque el dólar se estabilice de acá en adelante, tendremos unos meses más de aceleración inflacionaria. Y solo se podrá saber cuánto del salto cambiario se trasladó a los precios una vez que hayan pasado unos cuantos meses y las condiciones del mercado sean más estables”, concluyó.