Su hija Agustina escribió una carta pública donde lo acusó de ocultamiento y abandono pero el sacerdote Carlos Gamboa, quien además en párroco de un iglesia en el barrio Santa Ana, optó por no hablar mientras la Iglesia Católica evalúa su situación.
Él permanece en silencio mientras las personas que apoyan a Agustina Gamboa Arias siguen reclamando. En las últimas horas le dejaron en la puerta de su casa carteles con mensajes como "Si te arrodillas que sea para pedirle perdón a tu hija", "Gamboa, el silencio es pecado", "Ni 100 padrenuestros te absuelven del pecado" y "El celibato es tu obligación, la cuota alimentaria también".
La joven de 18 años, que nació en Salta pero vive en Buenos Aires con su mamá y papá del corazón, publicó su testimonio de vida en su cuenta de Facebook. Contó que el sacerdote Gamboa es su padre biológico y que aunque le dio su apellido siempre la negó y oculto. Dos días después, la Iglesia emitió un comunicado donde se compromete a investigar el caso.