La policía francesa disparó gases lacrimógenos y dispersó a una multitud en los Campos Elíseos durante los festejos por el campeonato mundial conseguido por su selección. Todo ocurrió tras unos choques con un pequeño grupo de aficionados revoltosos que amenazaron con arruinar las celebraciones por la victoria de Francia sobre Croacia, en Moscú.
Millones de aficionados franceses habían salido a las calles alegres después de la final, y miles se juntaron a lo largo de la icónica avenida en la capital francesa. Pero a medida que transcurría la tarde, un pequeño número de personas se enfrentaron con la policía, dañando algunas tiendas y propiedades.
Algunos arrojaron piedras y otros proyectiles contra la policía antidisturbios, que respondió con gases lacrimógenos, avalados por funcionarios locales.
Francia había movilizado alrededor de 110.000 empleados de seguridad para las festividades del Día de la Bastilla el sábado y la final del Mundial de fútbol el domingo.