EN una final que será recordada por lo emocionante y por la cantidad de goles, Francia le ganó 4 a 2 a Croacia y se coronó por segunda vez en su historia como campeón del mundo.
La gran final en el estadio Luzhniki de Moscú vio los goles de Mario Mandzukic en contra, Antoine Griezmann de penal (a instancias del VAR), Paul Pogba y Kylian Mbappé para Francia, y de Iván Perisic y Mandzukic para Croacia.
En los primeros 45 minutos Croacia manejó más y mejor la pelota pero como se vio a lo largo de todo el certamen, Francia no requirió de mucho para lograr goles y se fue al descanso 2 a 1 arriba.
Una pelota parada fue lo que abrió el marcador. Un centro venenozo de Griezmann fue desviado por Mandzukic y la pelota ingresó al arco de Subasic para el 1 a 0 galo.
Pero fiel a su amor propio, Croacia inmediatamente fue en busca del empate y lo consiguió con un golazo de Perisic. Un tiro libre que Modric usó para poner la pelota en el área derivó en una serie de rebotes que fueron ganados por los croatas hasta que le quedó al delantero, que se acomodó para su pierna izquierda y sacó un sablazo fenomenal que no pudo detener Hugo Lloris.
El primer Mundial del VAR lo hizo protagonista incluso en la final. El argentino Néstor Pitana, de buen arbitraje, se apoyó en la tecnología para sancionar penal para Francia por mano de Perisic. Griezmann lo aprovechó y puso el 2 a 1. Así se fueron al descanso.
En el complemento Croacia siguió manejando bien la pelota, generó situaciones y estuvo cerca de empatarlo. En ese contexto, Francia hizo lo que mejor sabe: contragolpear. La pelota le quedó en mitad de cancha a Pogba que con una volea sensacional puso a correr a Mbappé sobre la derecha. El astro francés desbordó y tiró el centro atrás.
Con su dinámica, quien apareció fue justamente Pogba para rematar, la pelota rebotó en la defensa croata y le volvió a quedar al volante, quien de zurda la puso junto al palo para el 3 a 1.
Con los dos goles de ventaja Francia se replegó para seguir apostando a la contra pero cuando pudo manejar la pelota lo hizo con criterio. Una buena jugada que inició Lucas Hernández por izquierda, le dejó la pelota a Mbappé frente al área. El 10 amagó y cuando vio el espacio sacó un derechazo seco que se metió abajo a la derecha del arquero croata. Ya era 4 a 1, goleada y fiesta francesa.
Pero como el fútbol siempre ofrece sorpresas, Lloris intentó gambetear en el área chica a Mandzukic quien metió su pie derecho, desvió la pelota y puso el 4 a 2 definitivo. A partir de allí, Croacia lo buscó pero no pudo, Francia se acomodó y aseguró el partido y su segunda estrella.
Francia volvió a sostenerse en la solidez defensiva con la zaga central compuesta por Raphael Varane y Samuel Umtiti; con volantes de inmenso rendimiento como Paul Pogba y N’golo Kanté; el genio creativo en ataque de Antoine Griezmann y el veloz desequilibrio individual de Kylian Mbappé, quien a sus 19 años, jugó un Mundial inolvidable.
Párrafo aparte para el técnico francés Didier Deschamps, quien logró entrar al selecto grupo de personas que ganaron mundiales como jugador y como entrenador, ya que fue el capitán de la selección de Francia campeona en casa en 1998. Solo el alemán Franz Beckenbauer y el brasileño Mario Zagallo lo pudieron lograr.