La vicepresidenta Gabriela Michetti ya se había expresado en contra del proyecto que busca la despenalizar el aborto en la Argentina y hoy muchos señalan que está haciendo todo lo posible para dilatar su tratamiento en el senado.
Luego de que quienes impulsan la despenalización del aborto reclamaran un pronto tratamiento del proyecto aprobado en la Cámara de Diputados la semana pasada, las autoridades del Senado dispusieron cuáles serán las comisiones encargadas de analizar el proyecto antes de su llegada al recinto.
Según se anunció, serán cuatro las comisiones por las que deberá pasar el proyecto: Salud (cabecera), Justicia y Asuntos Penales, Asuntos Constitucionales y Presupuesto y Hacienda.
Esto es, dos comisiones presididas por senadores del oficialismo -Salud, con el radical Mario Fiad, y Presupuesto, Esteban Bullrich (Pro)-, y las otras dos de opositores -Justicia, Pedro Guastavino y Asuntos Constitucionales, Dalmacio Mera-, más precisamente del bloque Justicialista, cuyo titular, Miguel Angel Pichetto, salió de inmediato a cuestionar lo dispuesto por Gabriela Michetti.
Es que para el rionegrino -declarado partidario de la aprobación del proyecto aprobado en Diutados-, el giro a cuatro comisiones resulta “excesivo”. Puntualmente consideró “innecesario” que el proyecto pase por las comisiones de Presupuesto y Hacienda y Asuntos Constitucionales. Pichetto cargó directamente contra la vicepresidente, al sostener que la decisión obedece a “una posición personal” suya, que busca dilatar el tratamiento del proyecto, que desde su sector reclamaban fuera rápido y estuviera resuelto para antes del receso invernal.
Recordemos que en la Cámara baja las comisiones que analizaron el proyecto también fueron cuatro, en este caso Legislación General, Legislación Penal, Salud y Familia. Esto es, no pasó el proyecto ni por Asuntos Constitucionales, ni por Presupuesto y Hacienda, comisiones que en Diputados también preside el oficialismo.
Pichetto cuestionó que la decisión sobre las comisiones en las que se debatirá la media sanción no hubiera sido producto del “diálogo y consenso con los otros bloques”, y dejó abierta la posibilidad de que en el recinto durante la próxima sesión eso pueda ser revertido a través del voto de los senadores.