Se cumplieron nueve meses desde que comenzó en Salta el emblemático juicio contra Raúl Reynoso, el ex juez federal de Orán acusado de liderar una asociación ilícita que pedía coimas a detenidos por narcotráfico a cambio de beneficios procesales. Luego de unos primeros meses frenéticos, de audiencias reveladoras, con testimonios fuertes y denuncias escandalosas, las últimas audiencias se transformaron en un intrascendente desfile de testigos que aportan poco y no recuerdan mucho.

La letanía se advierte en la actitud de las partes que, a diferencia de lo que venía ocurriendo desde un inicio, no discuten entre sí, ni formulan oposiciones, ni invaden a preguntas a los testigos. El único que se muestra activo es el propio Reynoso en el ejercicio de su propia autodefensa y, fundamentalmente, porque los testigos que vienen declarando son los que él propuso e hizo citar.

En su mayoría se trata de lo que se conoce como testigos de concepto, es decir, personas que no participaron de los hechos que se buscan esclarecer, por lo que no pueden brindar testimonios acerca de los mismos, sino solo de valoraciones personales acerca de las personas involucradas.

LEE MÁS - Juicio a Reynoso: testigos que no aportan dilatarían el debate hasta 2019

Como es lógico, al ser testigos citados por Reynoso en aras de demostrar su inocencia, se trata de personas cuyos conceptos acerca del ex magistrado son positivos y basados en un conocimiento surgido de relaciones personales o laborales.

Esto es lo que viene sucediendo durante las audiencias de las últimas semanas, como en la del lunes pasado en donde declararon cinco abogados de Orán cuyas declaraciones fueron prácticamente idénticas.

Con la particularidad de que todos subrogaron en algún momento al ex juez, afirmaron que nunca escucharon nada acerca de coimas, ni tuvieron inconvenientes durante los pocos días que reemplazaron a Reynoso en su Juzgado.

Las preguntas a los testigos se repiten, son siempre las mismas, al igual que las respuestas. Ni el fiscal, Carlos Amad, ni los abogados de los otros siete imputados suelen hacer uso de su derecho de preguntar en el entendimiento que de no obtendrán nada sustancial que los favorezca. Solo en ocasiones intervienen para aclarar algún punto.

Lo que también hace aún más tedioso el transcurso de las audiencias es la presencia de los testigos de los procedimientos como los allanamientos concretados en el Juzgado Federal de Orán o en los estudios jurídicos y domicilios de los imputados María Elena Esper, Ramón Valor, René Gómez, Arsenio Gaona, Miguel Saavedra, César y Rosana Aparicio.

Se trata de personas comunes que nada tienen que ver con esta historia pero que colaboraron con las fuerzas de seguridad como Gendarmería en aquellos procedimientos. Entre las pocas explicaciones que se les dieron en aquél momento y el tiempo pasado desde fines de 2015 hasta la fecha, en general los testigos no pueden dar precisiones de lo que vieron porque o no recuerdan o no comprendieron lo que pasaba y estaban viendo. Esto es algo que suele suceder en los juicios.

Enterate todo sobre el juicio a Reynoso

Desde que comenzó el juicio contra Reynoso se supo que iba a ser extenso, no solo por la compleja trama, sino fundamentalmente porque la lista inicial de testigos era de alrededor de 170 personas, que incluso creció a medida que fue transcurriendo el juicio. Hasta el momento, no han pasado ni un tercio de los testigos previstos, por lo que se estima que el juicio recién culminaría en 2019.

El fiscal había propuesto desistir de muchos testigos para evitar la innecesaria prolongación pero esto no fue aceptado por Reynoso ni algunas de las otras partes por lo que la lista no se redujo.

La mayoría de los testigos viven en Orán y tienen que trasladarse a Salta para declarar, con el costo y la pérdida de tiempo que eso significa para que, en muchos casos, no aporten elementos a la causa.

No habrá audiencia el lunes 11 de junio por lo que el juicio continuará el lunes 18 a las 8.30.