Un año pasó desde la desaparición de Paola Álvarez y más de ocho meses desde que encontraron su cuerpo sin vida en la localidad de La Caldera a la vera de la ruta 9.
El único detenido y principal imputado por la muerte de la joven mamá de 21 años es Santiago Zambrani, mientras que la Justicia no determinó aun el grado de complicidad de sus padres, Alfredo Zambrani y Amelia Huergo.
El pedido de Justicia de la familia y de amigos de la joven se trasladó a la plaza 9 de Julio donde se realizó una marcha de velas y en la que se pidió el aceleramiento de la causa.
Como sucedió a lo largo del último año, quien encabezó esta marcha fue Mónica Morales, madre de Paola, quien comentó a LA GACETA que “me queda pedir justicia porque todavía no se hizo el juicio y ya pasó un año. Hoy hace un año pedimos justicia que se lleve a juicio a Zambrani y que se lo condene a cadena perpetua”.
Además la madre agregó que también piden que “sus cómplices vayan a juicio porque ahora están libres”.
Un dolor que no cesa
Ni el paso del tiempo pudo calmar el dolor de una madre que fue despojada de su hija y que afirma que sigue adelante solo por sus hijos y su nieta Guillermina, hija de Paola.
El último año no fue nada fácil para Mónica quien contó que lo vivió “con mucho dolor, muchísimo dolor” y que “cada vez que pienso en ella, cada vez que algo me recuerda a ella, es respirar hondo y tragarme las lágrimas porque es difícil seguir, es difícil ver a la bebé, es difícil ver a mis hijos y todas las cosas que me recuerdan a ella”.
El desconsuelo es enorme al punto de que “solamente las que pasaron por esto saben cómo duele” según afirmó la madre de Paola.
El Estado de la investigación
Sobre los avances de la investigación Gloria Cruz, una de las abogadas que acompaña a Mónica Morales manifestó que están esperando las pericias técnicas “que son las que más demoran son estudios científicos avanzados y que llevan su tiempo”.
“En estos días tenemos entendido que se va a hacer efectivamente el requerimiento de la causa a juicio, así que paso seguido será fijar la fecha para el mismo pero los elementos colectados hasta el momento siguen sosteniendo y reafirmando la autoría de Santiago Zambrani y la participación de sus padres en cuanto al encubrimiento posterior” agregó la letrada.
En este sentido, la mamá de Paola se mostró disconforme con las medidas que se tomaron en la causa. “No me conforma para nada la prisión domiciliaria (de los padres de Zambrani), a mi hija nunca nadie me la va a devolver, no la voy a tener más pero quiero justicia, quiero que se haga justicia y que ellos paguen por lo que le hicieron a mi hija, por lo que le hicieron a Guillermina, que la dejaron sin mamá”.
A su vez, la abogada Josefina Arancibia afirmó que “lo que queremos es que este caso se juzgue desde la perspectiva de género”, ya que “entendemos que el valor simbólico de la palabra y que le damos a las palabras es fundamental. Queremos que también se juzgue desde el contexto social cultural y económico que lleva implícito este caso, ya que el año pasado en salta hubo 20 femicidios”.
Por último, las letradas expresaron su conformidad con la investigación. “Estamos bastante conformes con la labor que está llevando a cabo la fiscalía, en ningún momento se dejó de buscar a Paola, y en los primeros meses había elementos suficientes que se fueron colectando y que apuntaban a Zambrani” dijo Cruz, quien además agregó que: “la fiscalía nunca cejó en su empeño para encontrar el cuerpo, la labor que llevó a cabo fiscalía fue bastante ponderable”.
De madre a madre
Quien también estuvo acompañando a los familiares de Paola Álvarez fue Mónica Ovandos, mamá de Gala Cancinos desaparecida desde el año pasado.
“Nosotras encontramos acompañamiento mutuo, sé lo que está pasando, sé cómo es para ella pasar estos días porque es lo que yo pasé los tres meses que estuve buscando a Paola porque tenía esa esperanza mínima de que ella esté viva” expresó Morales sobre el acompañamiento de la mamá de Gala.
En este sentido Ovandos comentó que “quien transita una situación similar se siente identificada con la otra persona, entonces creo que inmediatamente surge un sentimiento mutuo de comprensión y de afecto porque una sabe qué sienten esos pies que buscan, que transitan y sabe lo que pasa por el corazón de esa mamá”.
Ambas madres coincidieron en algunos espacios el año pasado y desde ese momento generaron un fuerte vínculo que las llevó a apoyarse mutuamente en estas situaciones. “Ha sido un vínculo ocasional de mandarnos mensajes y de sentirnos acompañadas. Ella me dijo que cuando la encuentre a Gala va a sentir una alegría, una paz y me lo dijo desde los primeros meses” contó Ovandos.