Presente en el juicio contra el ex juez federal de Orán, Raúl Reynoso, -donde también está imputado- y todavía en calidad de detenido, Arsenio Eladio Gaona habló acerca de su sorpresiva detención producida el viernes mientras se disponía a representar a un cliente en el Juzgado Federal de Tartagal.
El abogado, ex cuñado de Reynoso, aceptó hablar por primera vez para expresar su malestar debido al trato recibido de parte del juez federal de Tartagal, Carlos Martínez Frugoni, y para explicar el polémico motivo de su detención, mientras espera que en las próximas horas la Justicia acepte el pedido de excarcelación que ya presentó.
Gaona contó que el viernes se presentó a las 8.30 en la Ciudad Judicial de Tartagal (donde también funciona la Justicia Federal), a representar a Marco Antonio Reyes, quien estaba detenido por una causa de narcotráfico.
Causa Reynoso: los defensores se sienten perseguidos tras la detención de Gaona
“Me hicieron esperar muchas horas, a cada rato me decían que ya entraba y nada, yo me tenía que venir a Salta y no pude”, relató a LA GACETA y luego agregó que cerca de las 14.30, cuando ya casi no había nadie y se sentía privado de su libertad, le dijeron que vaya a comer, pero cuando se subió a la camioneta, una persona del Juzgado le dijo que iban a hacer la indagatoria en ese momento y que vaya.
Allí sucedió lo que menos esperaba: “me hacen entrar al Juzgado y ahí viene el juez y me anticipa que me iba a detener porque me consideraba partícipe de una asociación ilícita”, reveló. La noticia le produjo un shock emocional, se le subió la presión, por lo que más tarde quedó internado en el hospital de Tartagal, en condición de detenido.
Otros dos extraños manejos lo terminaron de molestar: Por un lado, como le dijeron que su celular no estaba secuestrado, él pidió permiso para enchufarlo y cargarle batería. Le dijeron que no había problema pero luego advirtió que todo había sido un mecanismo destinado a secuestrarle el celular sin confrontar, ya que nunca se lo devolvieron y se lo quedó el juez.
El otro hecho que terminó por convencerlo ocurrió pasadas las 15: “vino alguien del Juzgado y me dice que había gente merodeando mi camioneta y se ofreció a guardármela; me di cuenta que también la iban a secuestrar pero le di las llaves porque nada cambiaba”, contó. Desde entonces, su camioneta quedó en poder de la Policía Federal y nunca se la devolvieron.
Gaona también mostró su enfado porque al ser detenido no pudo asistir a su cliente a quien le tomaron declaración indagatoria sin presencia de otro abogado o de un defensor oficial.
“Avasallaron mis derechos”
La larga espera, la falta de información real y la manera en que lo detuvieron convencieron a Gaona de que habían armado un plan para arrestarlo mientras lo hacían esperar. “Avasallaron mis derechos porque yo, en el ejercicio de mi profesión, tengo la misma dignidad que un juez, no me puede tratar así ni hacer eso, tengo las mismas garantías que un juez”, afirmó al sostener que no debió haber sido detenido allí porque estaba por ejercer la defensa de su cliente.
Gaona explicó que se le imputa formar parte de una asociación ilícita y que la presunta única prueba es la escucha de una comunicación que mantuvo con su cliente y al respecto señaló: “Ellos quedaron imputados en octubre de 2017 y en noviembre me llamaron para hacerme una consulta pero el juez entiende que yo colaboré con ellos”, dijo al insistir que no es real, ya que solo brindó un asesoramiento como cualquier abogado.
Una vez finalizada la audiencia del juicio en el que está imputado como miembro de la asociación ilícita que presuntamente encabezaba Reynoso y que pedía coimas para beneficiar a detenidos por narcotráfico, fue rápidamente retirado por Gendarmería para trasladarlo de vuelta al Hospital de Tartagal en donde cumple su detención.
Antes de irse, llegó a anticipar que, pese a lo vivido, no iniciará ninguna causa de jury en contra del juez Martínez Frugoni.