Un grupo enorme de mujeres de distintos barrios de la zona sur de la ciudad se reúne a diario para tomar clases de boxeo. El profesor Jorge Salas, organiza sus clases a través de una metodología distinta a la que se conoce comúnmente en este deporte, combinando dos horas de baile, rutinas de gimnasio, trabajo aeróbico, psicológico y motivación.
El objetivo es alcanzar la emancipación femenina a través del deporte, para que las mujeres aprendan a contrarrestar la violencia dentro y fuera de casa, su autoestima crezca y a través de la motivación, incentivarlas a llevar adelante el entrenamiento y la disciplina necesaria para un cuerpo saludable.
“Ayudamos a sacar adelante a la mujer para que no piense que todo está perdido. El boxeo significa para ellas un cable a tierra que las desconecta de la rutina de casa, de los problemas económicos o problemas familiares”, afirmó el entrenador en diálogo con LA GACETA.
La escuela de Box Femenino es la primera y única en la provincia con estas características. Es un espacio en el que las mujeres comparten sus historias y trabajan sus puntos débiles y fuertes. “Faltas un día y te falta todo porque el boxeo te da contención y apoyo por parte del profesor y de todas las compañeras”, cuenta Daniela sobre su experiencia con este deporte.
Por su parte, Julia se refirió a lo que vive diariamente en el gimnasio: “entreno con toda la fuerza del mundo. El secreto es mantener la respiración y no parar por más que duelan las piernas y seguir aunque sientas que no podes más. Me encontré con otro mundo, el boxeo es lo que más me gusta hacer y lo hago con todo el amor y el entusiasmo”. “Te hace sentir única”, concluyó.
“El boxeo me cambió el cuerpo y la vida”. Estas contundentes palabras son factor común en la experiencia de “las guerreras de la vida” como llama su entrenador a las mujeres que se encuentran diariamente en el CIC de Barrio Limache.