Según Cargnello, las críticas sobre la educación religiosa son discriminatorias

Mientras la Corte Suprema de Justicia delibera la obligatoriedad de la educación religiosa en las escuelas públicas de Salta -con marchas a favor y en contra organizadas en medio del debate-, el Arzobispo Mario Antonio Cargnello aseguró que la Iglesia "está defendiendo el derecho de los chicos y los padres". 

"Estamos convencidos que estamos defendiendo el derecho de los chicos y padres", proclamó Monseñor. 

Criticó las voces que se alzaron en contra de la educación religiosa asegurando que se plantea una visión reducida de la Iglesia si solo se asocia la educación con la transmisión de valores. 

"Los argumentos que escuché en contra, todos apuntan a decir que la religión es una cosa privada, es personal, no privada, pero tiene una consecuencia social. La religión no es una, no son solo sentimientos, es una realidad profundamente humana y tiene que ver con la búsqueda de la verdad", dijo en diálogo con Somos Noticias. 

Es que, según la máxima autoridad eclesiástica de Salta, la educación religiosa "tiene una visión sobre la vida que, de alguna manera, también compromete actitudes y por qué no estudiarlas y debatirlas desde el ámbito de la Escuela. Esa mirada de la religión como una cosa puramente emotiva es una mirada cortita, reductiva de la religión, y al mismo tiempo termina siendo reductiva del ser humano porque solo la quieren sustitur por el tema de los valores, pero los valores tienen entre sí una jerarquía y una tendencia hacia la unidad. Y quien te da la unidad es la religión, Dios. ¿Cómo llegás a él? Todos los caminos, el Cristianismo, el Judaísmo o el musulmán, todos conducen a Dios", aseguró el sacerdote. 

En la víspera de las dos últimas audiencias programas para esta semana, Cargnello aseguró que el debate se retrotrae al siglo XIX. 

Indicó que la inclusión de la educación religiosa es tan importante como que un niño aprenda matemáticas o lengua. 

"Lo que buscamos es ayudar al chico que aprende matemáticas, lengua, que también tenga una horita o dos a la semana para saber qué dice Dios y la religión sobre determinados temas que están en el interés del chico y en su capacidad intelectual. Considerar eso un atropello, me parece que es discriminar al chico y al padre que tienen sentido religioso. ¿Por qué el Estado tiene que ser negador de ese derecho de los padres?", se preguntó.