Apuntes sobre Las Damas del Motín
La nueva novela de Elena Bossi hace foco en un momento histórico, para poder interpelar mejor el presente.
Cada capítulo de la serie Fargo, de los hermanos Coen, empieza con esta leyenda: “Basado en hechos reales. A pedido de los sobrevivientes, se han cambiado los nombres. Por respeto a los muertos, el resto se cuenta tal y como ocurrió”.
La frase podría preceder, perfectamente, la nueva novela de Elena Bossi, Las Damas del Motín. Todo lo que se cuenta en esas páginas se siente real. La trama está ambientada en los primeros años de 1800, y parte central de la historia está centrada en mujeres y niñas condenadas en un barco, donde padecen situaciones inhumanas. Parte de la clave de la fuerza que tiene el relato de Bossi es esa sensación de que todo lo contado no solo pudo haber pasado, sino que todo esto pasó.
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Es más, sigue pasando. Gabriela Cabezón Cámara acierta con esta lectura del libro: “Elena Bossi escribió un novela que es crónica, una alegoría: fue doscientos años atrás para hablarnos del presente que nos está quemando”. La violencia a la que son sometidas las mujeres, el menosprecio, sus luchas y reivindicaciones: todo eso nos interpela ahora. Lo pasaron esas mujeres sometidas a la esclavitud sobre un barco, y sigue pasando.
La urgencia de lo relatado cohabita con un fino trabajo de prosa. Bossi nunca subestima al lector.