Hugo Varela: "El humor es como el sexo: sutil o a las patadas"

Un hombre está a punto de explotar, toda su vida pasará frente a sus ojos y el estallido será espectácular. Hugo Varela es el voluntario para el experimento, un juego teatral que promete hacer volar por los aires por primera vez a un músico con su instrumento en mano. Armado de guitarrita, barba de gnomo y un humor entre ácido y absurdo, el hombre bala convertirá la sala del Teatro del Huerto en carpa de circo, por arte de la magia y del teatro negro.

El sábado, a las 22 y en la sala de Pueyrredón 175, el cordobés debuta con Explosivo, su obra más reciente, con nuevos instrumentos, canciones, historias y la participación de su hijo Lucas en dúo payasesco con Tato Cayón. 

"Es un sueño de la infancia que voy a concretar", adelanta Varela, con el cañón listo para hacer escala en Salta y los artefactos que salieron este año de su taller indescriptible: una guitarra cruzada con acordeón, una flauta capicúa, un paraguas silbador. "Tengo un taller bastante grande y voy juntando cosas que almaceno en bateas, con cueros, metales, aluminios, maderas, pequeñas vasijitas con clavos, tornillos, tuercas, herramientas que heredé de ex suegros que me regalaban. Me gustan las herramientas y paso mucho tiempo fabricando instrumentos. El paraguas silbador fue un trabajo terrible", explica.

-¿De qué manera organizás tu trabajo cuando armás un show nuevo, como "Explosivo"?

-Siempre quisiera tener un método ordenado, pero en lo creativo el orden es bastante difícil. Voy tirando puntas, armo cositas que no sé para qué son, fabrico los instrumentos, alguna canción, voy trabajando eslabones sueltos y después armo una cadena. A la hora de ir cerrando el show pienso en cosas para que quede listo. Ahí le voy agregando a medida que lo voy viendo.

Además de él mismo a punto de explotar, el show tiene muchas canciones, juegos con los espectadores, un bolero para ellas al que tituló Cocina moderna para la mujer fácil, cuecas, milongas, valsecitos para hablar del big bang, de la penetración cultural, de las maneras de ser cordobés.

-¿Cómo fue cambiando tu humor en los 35 años que llevás de carrera?

-Mirando para atras voy perdiendo la vista, en realidad los mecanismos humorísticos son más o menos combinatorias de los existentes, cambia el lenguaje, las costumbres nuevas que aparecen, ciertos temas. Por ahí hay más libertad con respecto a las expresiones que se van diciendo en radio y televisión. No es que haya cambiado, lo artístico está en cómo se diga la cosa, no pasa tanto por cuál es el tema sino cómo lo contas. Es como el sexo, lo podés hacer sutil o a las patadas. La experiencia me sirvió para mejorar la puntería. De 10 canciones antes me funcionaban dos. Ahora hago tres y a lo mejor andan todas.

-¿Con el público también te sirvió la experiencia?

-Han pasado cosas muy insólitas. Uno piensa que el público que tiene corresponde a la generación de uno, pero siempre armé los espectáculos para que venga toda la familia, los abuelos, matrimonios, adolescentes descarriados, niños. Me interesa y busco un lenguaje para que se enganchen todos. Me ha pasado que con internet y ver que en las redes los chicos se enganchan y llevan a los padres al espectáculo, es al revés, una cosa muy loca, impensada. Pero cuando hago los espectáculos no lo hago pensando en nadie.

-¿Te interesó alguna vez hacer canciones o temas que no fueran humorísticos?

-Cuando escribo una cancion pienso que se entienda, que haga reír. Me gusta la música, toco la guitarra, avanzo en lo musical, por ahí armo cosas serias, pero como algo absolutamente personal. Hay un par de gatos y perros que me escuchan.

-¿Te costó despegarte de los prejuicios y expectativas que genera ser un humorista cordobés?

-Me fui de Córdoba a los 19 años, todavía no sabía que me iba a dedicar a esto. Estudiaba arquitectura, me había fijado otras metas pero también estudiaba mimo, música, escribía cosas. Se avalanza esto y me doy cuenta de que el humor era algo central y también un salto al vacío. No tenía referentes ni humoristas cerca, no hay manuales para esto. Quería ser manosanta y me las rebusqué, me fui a leer, buscar bibliografía, y estudiar el tema. Armé mi personaje, me interesa mucho el estudio de lo creativo, me interesan los que hacen cosas ellos mismos, me gusta mucho eso, más que los contadores de cuentos, los que imitan, me gustan los que fabrican cosas. 

-¿Qué diferencias notás en el humor entre las diferentes provincias?  

-En realidad somos bastante parecidos. A los 10 primeros minutos de conocerse, uno de Río Gallegos y de Jujuy son distintos. Después de ese tiempo somos todos parecidos, tenemos los mismos orígenes y debilidades. Hacemos mucha fuerza para ser especiales, diferentes o distintinguidos, pero somos todos los mismos.

"Hugo Varela Explosivo"

Sábado a las 22 en el Teatro del Huerto. Pueyrredón 175. Con Hugo Varela, Lucas Varela y Tato Cayón. Producción general de Carlos y Giuliano Bacchi. Entradas en boleterías del Teatro, en Alto Noa Shopping y en sistema Autoentrada.