Duro informe revela la alta tasa de letalidad por covid-19 de Orán, en un sistema al límite

Los trabajadores de salud en el norte de Salta se sienten angustiados y olvidados por un Estado que “subestimó” el efecto de la pandemia por aquellos lados. Así lo manifestaron la médica María Julia Pizzola, dirigente del sector en la Asociación de Trabajadores del Estado en Orán (ATE), y también los representados de este gremio a través de un duro informe que revela la alta tasa de letalidad por covid-19 en esta ciudad.

El indicador de letalidad allí es de 11.7%, siendo que a nivel nacional es 2.1%, según el informe de ATE.

“Esto marca cuán letal es el virus cuando lo contrae un paciente de Orán. Pero acá hay que hacer un meta análisis: la letalidad o virulencia del covid es alta, porque hay un contexto social y económico muy complejo. En el norte de la provincia hay mucha pobreza. Acá se cocina con leña, hay muchas personas con diabetes, malnutrición, HIV… Acá la sociedad va a incidir mucho”, explica Pizzola, en diálogo con LA GACETA.

“Hablar de un distanciamiento social en comunidades o barrios donde conviven en 2x4 y en hacinamiento es difícil. Pedir que usen lavandina o alcohol donde no hay agua potable es complejo”, dice la médica, quien desde mayo viene reclamando insumos y recursos humanos para el hospital San Vicente de Paul de aquella ciudad.

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Asegura que el sistema de salud allí esta “diezmado y colapsado” principalmente por la sobrecarga que hay en los pocos trabajadores. Hay médicos que cubren 7 días de guardia y otros cuatro días sin descansar en la terapia intensiva, según ejemplifica.

De acuerdo al relevamiento que hicieron, en Orán hay un déficit de 180 trabajadores de la salud, entre médicos y enfermeros. Por lo que la llegada de algunos profesionales enviados por Nación, no alcanza.

“Hasta el fin de semana, había 129 compañeros con covid-19”, apunta. Lo que significa que estas “bajas” demandan mayor esfuerzo en el personal que aún está activo.

Guardia del hospital

El problema que observa es que el 95% de los trabajadores de salud relevados manifiesta signos de ansiedad, depresión, angustia, miedo, agotamiento físico y mental, coincidentes con el síndrome de Burnout ("trabajador quemado"). Por esto, el gremio pide gabinetes de salud mental con amplitud horaria, para que el personal pueda acceder a una contención.

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Otra parte del informe señala que, a través del plan Detectar, se pudo revelar que el 50 % de la población en los barrios que se testeó fue contagiada. Mientras que la incidencia de contagio entre los trabajadores que brindan primera asistencia es del 29 %, es decir que, de cada 100 médicos y enfermeros, se contagian 29.

“El déficit se siente entre los trabajadores y se resiente en la calidad de atención”, advierte Pizzola, quien insiste en la necesidad de más recursos humanos, además de insumos y nuevos espacios en el hospital, donde en los últimos días se lo vio abarrotado de pacientes en salas y pasillos, velando por su salud en camillas o simplemente sentados en sillas de plástico.