La vacuna de Oxford demostró producir anticuerpos y ser segura para el sistema inmunitario
Los ensayos mostraron una reacción favorable en las "células T", dentro de los 14 días de aplicada, lo que significa que los glóbulos blancos pueden atacar las células infectadas con el coronavirus.
La vacuna desarrollada por científicos de la Universidad de Oxford y del laboratorio AstraZeneca es uno de los productos más avanzados para combatir el coronavirus. Demostró haber producido anticuerpos contra la covid-19, y ser seguro para el sistema inmunitario. Así lo precisa uno de los trabajos publicados en la revista científica The Lancet.
Los ensayos ya fueron realizados en Fase 1 y 2 en unos 1.077 voluntarios y mostraron que la vacuna los llevó a producir anticuerpos y tuvo una reacción favorable en las "células T", dentro de los 14 días de la vacunación. Esta reacción significa que los glóbulos blancos pueden atacar a las células infectadas con el virus SARS-CoV-2, explica la publicación.
La producción en Argentina de la vacuna de Oxford sería anunciada en las próximas horas.
Según The Lancet, la vacuna fue producida sobre la base de un adenovirus que tradicionalmente causa resfríos en chimpancés, al que se modificó con un vector que expresa una proteína que permite que el sistema inmune humano detecte al agente infeccioso. Esa respuesta inmunológica pueda prevenir la enfermedad.
Durante el estudio que se viene realizando en Oxford, los participantes que recibieron la vacuna tenían anticuerpos neutralizantes detectables, algo que los investigadores sugirieron como importante para la protección contra el virus.
También indicaron que estas respuestas fueron más fuertes después de una dosis de refuerzo: el 100% de la sangre de los participantes mostró actividad neutralizante contra el coronavirus.
Los investigadores indicaron que el siguiente paso en el estudio de la vacuna será confirmar que puede proteger eficazmente contra la infección del SARS-CoV-2.
"Vimos la respuesta inmune más fuerte en los 10 participantes que recibieron dos dosis de la vacuna, lo que indica que esta podría ser una buena estrategia para la vacunación", explicó Andrew Pollard, investigador jefe del Ensayo de Vacunas de la Universidad de Oxford.
La primera fase del ensayo comenzó en abril e incluyó al menos 1.000 voluntarios adultos. Ahora se está probando en 10.000 voluntarios en Brasil, en Sudáfrica y en el Reino Unido, incluidos personas mayores de más de 70 años y niños de 5 a 12 años. Próximamente se probará en India.
Según los investigadores, la vacuna no provocó ninguna reacción inesperada y tuvo un perfil de seguridad similar al de las vacunas anteriores de este tipo.
Además, indicaron que sólo causó pocos efectos secundarios en los pacientes, que desaparecieron cuando se les suministró paracetamol.
Sarah Gilbert, investigadora de la Universidad de Oxford, resaltó que estos resultados son prometedores. "Además de continuar probando nuestra vacuna en ensayos de Fase 3, necesitamos aprender más sobre el virus. Por ejemplo, todavía no sabemos qué tan fuerte es la respuesta inmune que debemos provocar para proteger eficazmente contra la infección por SARS-CoV-2", señaló.
A fines julio, el Gobierno de Brasil había anunciado un acuerdo con el laboratorio farmacéutico británico AstraZeneca y con la Universidad de Oxford para adquirir 100 millones de dosis de la vacuna contra la enfermedad.
En la primera de las dos etapas previstas en el acuerdo, Brasil tendrá a su disposición un primer lote de 15,2 millones de dosis de la vacuna en diciembre de este año y otros 15,2 millones hasta el 15 de enero del año que viene. Por estas dosis abonará en total U$S 127 millones.
Ayer autorizó que los voluntarios reciban una segunda dosis de la vacuna de Oxford que está en fase de experimentación.
En tanto, Sudáfrica también lleva a cabo el primer ensayo clínico en el continente africano con la vacuna contra la covid-19 que está desarrollando Oxford.
Los resultados de los estudios que difundió la revista The Lancet fueron calificados como una buena noticia por la Organización Mundial de la Salud (OMS). (Télam)