El Ojo Crítico: “Doom Patrol 2”

MUY BUENA

SERIE / POR HBO MAX

Hay tantas series protagonizadas por superhéroes, dispersas por tantas pantallas, que resulta difícil seguirles el ritmo. Y eso que Marvel está limpiando el terreno para reestructurar todos sus personajes y contenidos bajo el paraguas de Disney+. Demasiada oferta abruma y dificulta separar la paja del trigo, pero una vez hecho el esfuerzo dos joyas brillan con mayor intensidad que el resto. Una es “Legión”, el alucinante vistazo al universo de los X-Men que desarrolló Noah Hawley a lo largo de tres temporadas en el canal FX (para quienes ignoran todo lo que sucede fuera de Netflix hay buenas noticias: aún con delay, porque el show terminó el año pasado, pueden verla completa en la plataforma). La otra, sin duda, es “Doom Patrol”.

El hilo conductor entre ambas -por más que una pertenezca a Marvel y la otra a DC- es el derroche de creatividad que forma parte de su ADN. Ni en “Legión” ni en “Doom Patrol” valen los lugares comunes, la corrección política ni los relatos lineales. Mucho menos el binarismo. La lucha del bien contra el mal, esencia del cómic, encuentra aquí límites difusos. Los personajes son profundos, contradictorios, falibles y desatados de la moralidad clásica del género. Se notan, a la vez, permanentes búsqueda estéticas y narrativas que desafían al espectador. “Legión” saca al televidente de la zona de confort y lo fuerza a sumergirse en un plano onírico-psicodélico-filosófico colmado de claves que debe descifrar. “Doom Patrol” lo hace desde el absurdo, el humor, la violencia y un recurrente -y fascinante- apego a la monstruosidad como factor de amor, de poder y de destrucción. De eso va, precisamente, la segunda temporada.

La serie se estrenó en la flamante plataforma HBO Max, nuevo jugador en el inagotable mercado del streaming. Desde septiembre se verá por el canal de cable de HBO -y por consiguiente quedará colgada en HBO Go-. Este despliegue de siglas puede marear al espectador, que pide a gritos que le simplifiquen la vida, no que se la compliquen. Habrá que ver cómo va ordenándose el panorama con el correr de los meses. Ayer salió a la cancha un nuevo competidor: Peacock, la plataforma de streaming de los estudios Universal. La burbuja, en algún momento, va a explotar.

Para disfrutar

Pero volvamos a “Doom Patrol” y su deliciosa corte de superhéroes estropeados y depresivos, unidos por la certeza de que no encajan en ningún otro lado y porque, a fin de cuentas, se quieren. Y porque, no lo olvidemos, todos son producto de las maquinaciones y experimentos del doctor Niles Caulder (Timothy Dalton).

Así como en la primera temporada les tocó enfrentar a uno de los mejores villanos de los últimos tiempos (Mr. Nobody, encarnado por el gran Alan Tudyk), en esta ocasión el abanico de enemigos se expande. En los primeros episodios ya estuvieron frente a frente con Doctor Tyme, con el atroz Red Jack (gran actuación de Roger Floyd) y con el demonio sexual Shadowy Mr. Evans, a quien intentarán domar con un equipo autoproclamado los Sex-Men (que en los hechos funcionan como cazafantasmas eróticos). Un delirio sólo posible en la lógica interna de “Doom Patrol”.

No obstante, el centro de la historia es Dorothy, una niña adorable y a la vez una bomba de tiempo ambulante. Dorothy nació de una aventura de Caulder con una mujer salvaje, cruza de humano con Pie Grande, y en su interior viven personajes que, una vez liberados, pueden ser temibles. Ella aparenta 11 años (aunque tiene más de 100), se viste como la Dorothy de “El mago de Oz” y lidia con su monstruosidad acunada por los miembros de la Doom Patrol, que la quieren como propia. El trabajo de Abigail Shapiro en el papel es formidable.

La primera temporada contó con 15 episodios, en esta ocasión sólo son nueve. Suficientes para adentrarnos en el drama existencial de Jane (Diane Guerrero), Cliff (Brendan Fraser), Rita (April Bowlby), Larry (Matt Bomer) y Cyborg (Joivan Wade). Los cinco cargan con sus propios demonios y siempre parecen a punto de quebrarse. Hasta que los une una misión -salvar a Dorothy es el caso- y entonces sintonizan ese pulso heroico que hace de “Doom Patrol” un equipo imprescindible.