Los transportes escolares en alerta: 200 familias dependen de este trabajo
“Nunca pudimos llegar a la intendenta Bettina Romero, solamente hablamos con algunos concejales, diputados y algunas personas del ejecutivo provincial. Estamos esperando respuestas”, dijeron desde la Asociación que los agrupa.
Los transportes escolares casi no arrancaron su año laboral. En diciembre de 2019 finalizaron las clases y en marzo solamente comenzaron en algunos colegios ya que otros estaban en huelga. “Luego vino la pandemia del Covid-19 y las actividades para el sector se paralizaron. La mayoría de nosotros vivimos de esto”, dijo Nilda Bini de Asociación de Transportes Escolares de Salta a LA GACETA.
La Asociación de Transportes Escolares de Capital reúne a 200 familias, entre propietarios, celadores y choferes. De ellos son 82 las licencias para el transporte escolar común. “Llevamos a 20 chicos por turno, 40 por día, en cada camioneta. Todas esas familias cuentan con nosotros durante la época escolar”, explicó Bini.
La incertidumbre de la vuelta a clases, comenzó a pesar en el sector que observa que otras áreas reciben aportes del Estado o pudo reacondicionar su trabajo. “Nosotros no sabemos cómo ni cuándo vamos a empezar, por eso proponemos una prestación de servicios, podemos trasladar personas, alimentos, lo que necesiten”, insistieron.
Con el Estado Provincial y Municipal paralizado y el poder Legislativo sin sesionar al inicio de la pandemia, el sector resistió hasta donde pudo pero ahora, a mediados de mayo, su reclamo se quiere hacer sentir. “Nunca pudimos llegar a la intendenta Bettina Romero, solamente hablamos con el Concejo Deliberante, algunos diputados y algunas personas del ejecutivo provincial. No respondieron los pedidos que les acercamos”, explicaron.
Quienes integran la asociación, esperan que, a partir de mañana lunes, tengan alguna respuesta de parte del estado.
A nivel nacional, los transportes escolares comenzaron un reclamo y se contactaron a diputados nacionales para que se compense de alguna manera a esta actividad. “En Argentina son casi 15.000 familias las que dependen de esta actividad”, concluyó Bini.