Una salteña en Australia: “pronto se permitirá reunirse afuera con grupos de hasta diez personas”
Jenny Carol Veloso nació en Sídney y vivió su infancia en Chicoana. Según relató, el país aspira a que en julio se puedan volver a hacer reuniones de hasta 100 personas.
Jenny Carol Veloso, vive en Sídney, Australia, desde hace 20 años. “Nací en Australia, soy hija de una salteña y un portugués. A los 7 años me radiqué en Chicoana y tuve la experiencia más bella de mi vida en los 18 años que viví allá. Culturalmente fui formada en Salta por lo que siento un amor especial por todo lo referente a la danza, gastronomía, música, sus paisajes, la gente y todas sus tradiciones”, cuenta Jenny en diálogo con LA GACETA desde Sídney.
Jenny tiene dos hijas que actualmente están cursando la escuela primaria, una de 9 años y otra de 11. “Trabajo como gerente administrativa en una empresa de indumentaria a unos diez minutos de casa, esto me favoreció para movilizarme durante esta pandemia ya que mis hijas se encuentran en casa cursando su clases vía remota como muchos otros niños del mundo. En mi caso particular, debido a la pandemia, trabajo algunos días desde mi casa y otros en la empresa”, explica y agrega: “Este no es el caso de todos los australianos ya que muchos han perdido su trabajo, en especial aquellos que se despeñaban en el sector comercial, gastronomía y todos aquellos servicios que no se consideran esenciales como el de entrenamiento, belleza, cultural, deportivo y turismo”.
Los únicos establecimientos permitidos en Australia son supermercados, centros médicos, farmacias y peluquerías. “Los negocios tuvieron que reconsiderar la forma de operar, los restaurantes ofrecen comida gourmet para llevar o hacen entregas, las ventas online han crecido de manera exponencial, de tal manera que muchas tiendas quieren permanecer virtuales una vez superada la pandemia del Covid-19”.
Según Jenny, las medidas tomadas en Australia fueron muy distintas al resto del mundo: “Desde mi punto de vista el gobierno trata de buscar un balance entre proteger la sociedad y la economía del país. Por lo tanto, todas aquellas empresas que pudieron permanecer abiertas a pesar de la pandemia están recibiendo una ayuda económica. El gobierno decidió ayudar a empresas pequeñas y medianas a través de un subsidio quincenal para cubrir el 70% del sueldo básico de sus empleados, y así mantener a los australianos en sus puestos de trabajo durante esta crisis y reducir el impacto económico. Si bien se estima que 1.4 millones de personas perdieron sus trabajos, podría haber sido el doble si no se introducía el subsidio salarial”.
En ciertos lugares toman la temperatura antes de ingresar. IMAGEN GENTILEZA JENNY VELOSO
“La gente entró en pánico, arrasó con los supermercados, compraba desesperada, se generaron peleas dentro de los comercios”.
Según lo observado por Jenny, el gobierno australiano reaccionó rápido: “apenas hubo un caso de transmisión de persona a persona fuera de Wuhan cerrando la frontera a la China el 1 de febrero. Tomaron la decisión de hacerlo por el gran riesgo que representaba que la pandemia se extendiera a Australia por el vínculo estrecho entre estos dos países. A pesar de las medidas tomadas, la equivocación de un oficial de la Fuerza Fronteriza Australiana, quien autorizó que 2.700 personas desembarcaran de un crucero, ocasionó la propagación del virus en horas. Lamentablemente se les permitió a estos pasajeros desplazarse a otras ciudades del país sin someterlos a cuarentena. Fue entonces que el gobierno tuvo que implementar medidas más exigentes para controlar el contagio y a su vez tranquilizar a la población. La gente entró en pánico, arrasó con los supermercados, compraba desesperada, se generaron peleas dentro de los comercios por la desesperación de no conseguir aquello considerado de primera necesidad como el papel higiénico, pasta, arroz, harina, carne. Los estantes de los supermercados estaban completamente vacíos, parecía una escena de una película que alguna vez vi. Algunas de las restricciones que se implementaron fueron permanecer en casa salvo que tengan que ir a trabajar, comprar alimentos, ver un médico o ejercitar con la condición de que lo hagas en tu zona de residencia”.
En Australia las medidas fueron estrictas y se cumplieron a rajatabla: solo se permite reunirse con un máximo de dos personas de por vez, los hoteles, gimnasios, restaurantes, cines, salones de belleza, lugares de cultos y otros lugares públicos permanecen cerrados. Hay restricciones en el número de personas que pueden asistir a bodas y funerales. El incumplimiento de las normas es sancionado con multas de hasta $26.000 dólares australianos.
“En la actualidad el país pasa de una movilización nacional para detener el virus a la siguiente fase de aprender a vivir con él. Anoche se anunció que comenzará la reducción gradual de las restricciones, pronto se permitirá reunirse afuera en grupos de 10 y recibir hasta cinco visitas en casa. Se aspira que para el mes de julio 100 personas estén permitidas reunirse de por vez, que todos los trabajadores regresen a su lugar de trabajo, que los viajes interestatales sean permitidos y que los restaurantes y negocios abran normalmente”, explicó aliviada.
Además, informaron las autoridades, las escuelas reabrirán la próxima semana y los estudiantes asistirán uno o dos días a la semana dependiendo del número de estudiantes inscriptos, ya que será permitido que un 25% de la totalidad de estudiantes asistan por día. “Yo todavía no tomé la decisión de enviar a mis hijas a la escuela, me preocupa que la relajación de las medidas produzca un brote, el distanciamiento social en el entorno escolar es muy difícil aunque, por otro lado, sé de los beneficios que brinda la oportunidad de relacionarse con sus compañeritos y maestros en el entorno escolar”.
Se ven las sillas al revés en cafeterías y restaurantes. Sólo venden para llevar. IMAGEN GENTILEZA JENNY VELOSO.
“Para mantener la salud mental y física salimos a caminar todas las noches con el barbijo puesto, nos volvimos panaderos y reposteros, cantantes y bailarines”.
“Mis hijas están muy ansiosas de volver a la normalidad, ha sido un año muy difícil para la población australiana, vivimos la peor temporada de incendios forestales de la historia y no hubo tiempo para recuperarse y de repente llegó la pandemia. Como en todos lados hay personas que están mejor de ánimos que otros, depende mucho de la situación de cada uno. En mi casa, hemos tratado de mantenernos optimistas sin perder las esperanzas de una solución. Ha sido una época muy desafiante ya que tuvimos que adaptarnos a la nueva modalidad, tuvimos que reorganizar los días y horarios de trabajo para poder estar en casa con las nenas, el mayor desafío es trabajar y estar disponible para ayudar con el material escolar. Crear una rutina consistente fue muy importante, un par de horas de estudio, luego un recreo para hacer una actividad física o creativa y luego retomar los estudios otra vez. Para mantener la salud mental y física salimos a caminar todas las noches con el barbijo puesto, nos volvimos panaderos y reposteros, cantantes y bailarines”.
Zona del Opera House, emblema del turismo en Sídney, desértica. IMAGEN GENTIELZA JENNY VELOSO.
“Lo positivo de esta pandemia es la oportunidad de ponerle un freno a la velocidad de la vida, compartir tiempo de calidad con la familia y explorar ese lado creativo de cada uno. En cuanto a lo más difícil, creo que fueron las primeras semanas cuando había pánico en la sociedad y todos a mi alrededor trabajaban de casa y yo aún iba a la empresa, las escuelas seguían abiertas y escuchábamos información ambigua, la incertidumbre de no saber que decisión tomar fue difícil. Otro aspecto que me costó fue aprender a mantener la distancia de las personas, el hecho de no poder dar un abrazo a un ser querido es duro. También fue complicado reestructurar la forma de trabajar, la empresa redujo el contacto directo entre los empleados implementando diferentes turnos de trabajo esto conlleva cambios en muchos aspectos”.
La vuelta a Australia después de vivir en Chicoana
Según ella, regresar a Australia años atrás fue un cambio muy grande. “Si bien ahora estoy acostumbrada a vivir aquí, mi corazón es Salteño”, asegura y reflexiona: “el mayor cambio fue social y cultural ya que extraño la calidez de la gente Salteña en contraste con la sobriedad de los australianos. Si bien la sociedad australiana es muy respetuosa y ordenada y es placentero vivir aquí, le falta esa esa calidez del salteño para ser perfecta. Por ese motivo regreso todos los años a Salta en mis vacaciones para visitar a las amistades y empaparme de su calidez y volver renovada a trabajar”.
Instalaron paneles en los supermercados para proteger a los cajeros. IMAGEN GENTILEZA JENNY VELOSO.