8M: en Salta la masiva movilización estuvo atravesada por la muerte de otra mujer

Casi siete cuadras repletas de personas fue el espacio en el que el feminismo en Salta se hizo sentir y ver. Haciendo ruido, provocando, bailando y levantando la voz por los derechos de niñas, jóvenes, adultas, lesbianas, travestis y trans, las salteñas y los salteños se manifestaron ayer.  “Vivas nos queremos”, se gritaba por momentos en el centro de la ciudad. Mientras, a 12 kilómetros hacia el norte, un nuevo cuerpo de mujer fue hallado sin vida, en el cauce del río Mojotoro.

Otra muerte se registraba en la provincia, una de las que mayor índice de femicidios tiene. Otra marcha se realizaba en contra el machismo y por la igualdad de género.

Alrededor de 3500 personas coparon las calles céntricas de Salta, según indicó la policía que seguía la columna de manifestantes. Desde la plaza 9 de Julio hasta la Central Policial, pasando antes por la Legislatura provincial, los cánticos repetían un pedido en común: “no queremos femicidio, ni trata, ni exportación queremos en la farmacia misoprostol”, manifestaban, en reclamo también de la despenalización del aborto.

Con el representativo pañuelo verde, las salteñas alzaron su voz pidiendo que no mueran más mujeres por abortos clandestinos. Otras, con banderas de la diversidad reclamaban respeto y el fin de la persecución y la discriminación. Pocos metros más allá, organizaciones políticas y sociales también se sumaron a la protesta en busca de visibilizar a la mujer trabajadora, exigiendo salario digno y trato igualitario.

Movilizados todos por la igualdad de derechos, el centro de Salta fue caótico por un par de horas. Entre los curiosos se pudo ver a quienes, pacientes, esperaban el paso de los manifestantes y acompañaban los cánticos, en especial al llamado “hit” del verano que apunta contra Mauricio Macri. También estuvieron aquellos que desde lejos dispararon un funesto dicho: “todas locas”. Y hubo además algunas broncas entre vecinos que, molestos, regañaban a las chicas que graffiteaban las paredes de casas, bancos, escuelas y la Catedral.

Así, la marcha del 8M sucedía en Salta al igual que en la mayoría de las ciudades de la Argentina, donde la violencia machista mata a una mujer, niña o personas trans cada 30 horas, según los últimos registros de femicidios. Con una nueva y misteriosa muerte en el río Mojotoro -noticia compartida por los megáfonos durante la protesta-, las salteñas alzaron la voz y volvieron a pedir “ni una menos, vivas y libres nos queremos”.